el sábado pasado tuve a bien a regresar al perro después de 1 año 5 meses y 7 días de no haberme parado en ese lugar.
un día antes, el viernes para ser mas específico el plan de salir de reven grupal fue abortado por la falta de transporte para regresar al terruño, se que parece como excusa de princesa pero ese el problema de vivir tan lejos de la civilización, un taxi cuesta una millonada y el transporte público ni sus luces, el lugar al que teníamos pensado ir no cierra tan tarde (o tan temprano dependiendo el punto de vista) como para tomar los primeros camiones de la mañana, ni modo, se canceló, con tantas ganas que tenía de ver a san pascualito y al fenómeno. todo terminó en un par de cervezas y una plática profunda sobre el hombre.
el sábado comenzó como cualquier otro, dormir lo necesario, desayunar, revisar algunas posibles adquisiciones con mis padres y comer. no había un plan para el horario nocturno, se vislumbraban un par de fiestas, nada fuera de lo común, todo indicaba eso, hasta que el DJ suguirió el plan de ir al bull, lo suguirió igual que en ocaciones pasadas, sin esperar una respuesta satisfactoria de nuestra parte, esta vez fue diferente, D, G y yo accedimos al recibir la promesa de que "todos" los amigos de ese sector estarían ahí.
la banda encargada de amenizar la velada fue la misma que la última vez que visité el recinto, una banda de covers de metallica que sabe como hacerlo, recuerdo que la fecha un 9 de septiembre del 2006, festejando el cumpleaños de G, todavía acompañado por ese tiempo mi chica P, desde ese entonces y hasta el fin de semana pasado mi cuerpesillo no había vibrado al ritmo del can.
esta ocasión no fue la excepción, las bebidas refrescantes corrieron por litros y el resultado rebasó mis espectativas, pero divertido a final de cuentas, no fueron "todos" los esperados, encontré gente que no había tenido el gusto de ver desde hace mas de un año y la banda rifó duro, como lo esperabamos. la concurrencia estaba mayormente dominada por jovenes muy jovenes, no porque yo sea un adultocontemporaneoqueescuchauniversalstereo, pero me sentí mas viejo de lo que hubiese querido, eso sí, la calidad de las chicas que se encuentran no ha cambiado, guapa por doquier.
el plan se llevó a cabo como en los viejos tiempos, no ibamos a dejar que la falta de transporte nos detuviera esta vez, entrar de noche salir de día, como extrañaba eso, tomar uno de los primeros transportes que suben a mi cerro. recibimos una llamada de la ahora habitante de acapulco, la fiesta entre acapulco y méxico se unió por medio de unos mensajes y una posterior llamada, saludos maris. el domingo fue dedicado como en the old days a descansar todo el día y reponer fuerzas.
se que ustedes amables y escasos lectores de este blog se preguntarán por que hago tanta alharaca de un evento sin la suficiente trascendencia, permitanme aclarar este punto, el perro en algún momento de mi vida significó mucho, no solo por la fiesta (aunque si), mas allá de eso, la gente que tuve el gusto de conocer en aquel lugar y que conservo su amistad, ser el lugar de incontables locuras, anecdotas, borracheras y todo lo que va incluido en ello. regresar después de tanto tiempo me hizo recordar que el tiempo no pasa en vano, que las cosas cambian aunque al final termines igual de alcoholizado.
salud.
22 de febrero de 2008
8 de febrero de 2008
4 en 1
1. el miercoles pasado fui a ver "el orfanato", me gustó, final impredeciblemente predecible, uno que otro susto y brinco del asiento, el negrito en el arroz (sin racismo) fue un grupo de jovenes no tan jovenes que estaban sentados justo detrás de nosotros, no dejaron de hablar durante toda la película a pesar de las invitaciones que les hice, salieron antes de terminar totalmente el filme por lo que no les pude decir nada, esto junto con una persona que estuvo tosiendo de igual manera todo el tiempo. a la salida y el motivo de este punto es que ya que era la última función un vigilante revisó que nadie permaneciera en la sala al terminar la función, al salir le deseé que tuviera una buena noche a lo que el contestó "igualmente, felicidades", no entendí esta felicitación inesperada. si alguién tiene una explicación favor de hacermela saber.
2. ayer en la noche mi gato durmió conmigo, como lo hace con cierta regularidad, el problema vino cuando entrada la madrugada comenzó a hacer ruidos extraños, me desperté alterado solo para ver que había vertido una plasta extraña sobre mi ropa de cama, ¡vomitó sobre la colcha!, quité los residuos y tiré las sabanas al suelo por lo que tuve que dormir solamente con un sarapilo. susto y frío.
3. lo anterior lleva al tercer punto, después de haber tenido un despertar tan súbito y extraño volví a conciliar el sueño, tuve un sueño tan extraño como el motivo que lo provocó, soñé que mi bajo se destruía en mis manos, se rompía mientras intentaba tocarlo y ante mi mirada incrédula. después desperté y la realidad fue peor, tenía que venir al trabajo.
4. quiero que mi cabello crezca y tener un corte como el que se muestra abajo pero no se si esté a la moda ¿se verá antiguo o seré confundido con un emo?
2. ayer en la noche mi gato durmió conmigo, como lo hace con cierta regularidad, el problema vino cuando entrada la madrugada comenzó a hacer ruidos extraños, me desperté alterado solo para ver que había vertido una plasta extraña sobre mi ropa de cama, ¡vomitó sobre la colcha!, quité los residuos y tiré las sabanas al suelo por lo que tuve que dormir solamente con un sarapilo. susto y frío.
3. lo anterior lleva al tercer punto, después de haber tenido un despertar tan súbito y extraño volví a conciliar el sueño, tuve un sueño tan extraño como el motivo que lo provocó, soñé que mi bajo se destruía en mis manos, se rompía mientras intentaba tocarlo y ante mi mirada incrédula. después desperté y la realidad fue peor, tenía que venir al trabajo.
4. quiero que mi cabello crezca y tener un corte como el que se muestra abajo pero no se si esté a la moda ¿se verá antiguo o seré confundido con un emo?
6 de febrero de 2008
zapotitlán
un pueblo que se encuentra dentro de esta gran urbe que es la ciudad de méxico, allá por los límites de tláhuac e iztapalapa al sur de la capital, fue escenario del festejo que se lleva a cabo cada seis meses honrando a su patrón. el punto no es entrar en discusiones sobre santos patronos y la relación religiosa-social de esta fiesta, lo que nos incumbe es la celebración en sí. una fiesta grande como los barrios que la realizan, llena de fuego, luces, música, baile, bandas, sombreros, cerveza, tequila, botas, golpes y sangre. fuerte derroche de dinero en su organización.
la invitación fue hecha por el compañero de escuela de G, edmar, al cual le tengo que agradecer la amabilidad con la que nos trató, llegando a casa de nuestro anfitrión después de un largo y confuso viaje fuimos recibidos con un delicioso platillo, el domingo fue un día de pollo con mole y arroz, comer el mismo platillo tan típico de las fiestas mexicanas en dos celebraciones diferentes el mismo día nada tiene de malo, al contrario, es algo que no se hace todos los días, esto junto con un par de cervezas tamaño familiar.
después de degustar este manjar y charlar un momento nos dirigimos a los alrededores de la plaza central, las calles que rodean las cuales se encontraban repletas de espectadores (que en su mayoría eran habitantes del lugar, excepto uno que otro invitado-metiche como nosotros) disfrutando de las luces que despedían los fuegos artificiales de los llamados "castillos", que para el que no tiene el gusto de conocerlos, son estructuras sobre las cuales se colocan "cuetes" que crean movimientos y diseños de letras y personajes relacionados con el lugar o la festividad, la estructura era de un tamaño de locura, extremadamente alta, el espectáculo iba siendo secuencial, terminaba una parte solo para continuar con la siguiente. todo esto previo al gran final, de los techos de las casas próximas a la plaza salieron ráfagas de luces que llegaban hasta el cielo y explotaban, llovía luz, varas y trozos de cartón, la gente corría a cubrirse bajo los techos o lonas para protegerse de la guerra. aprovechamos la necesidad de cubrirnos para ir a un puesto que nos brindó su protección y un par de caguamas.
una vez terminada la participación de los fuegos artificiales era turno de que las bandas entraran al quite e iniciara el baile, dos escenarios montados uno al lado del otro, las bandas se relevaban para que la música no parara, mismas bandas que tenían la obligación de hacer su mejor esfuerzo para ganar la "batalla de las bandas", el ritmo de banda con su tan característico baile pegado con brinquito incluido, bailamos entre la multitud que ahí se encontraba, empujones, pisotones. la bebida corría y los ánimos se calentaban, no todos estaban tan concientes de que todo era un encuentro amistoso, los golpes no se hicieron esperar al igual que la sangre de algún poco afortunado boxeador improvisado, la banda en el escenario se detenía a preguntar si "eso" era a lo que venía, a lo cual el respetable contestaba que no, detenían la trifulca y continuaba el reventón.
la tercera fue la vencida, al contar la tercer pelea cerca de nosotros decidimos que lo mejor era regresar a casa de nuestro anfitrión, platicamos, recordamos viejos tiempos de fiesta y música, fuimos espectadores de una pelea unilateral de un galán con su pretendido la cual terminó con un taxi y la confusión de la concurrencia.
pasadas las 3:30 del ya lunes partimos de regreso a casa.
en conclusión una experiencia nueva digna de recordarse y repetirse.
así se veía la lluvia de luces.
la invitación fue hecha por el compañero de escuela de G, edmar, al cual le tengo que agradecer la amabilidad con la que nos trató, llegando a casa de nuestro anfitrión después de un largo y confuso viaje fuimos recibidos con un delicioso platillo, el domingo fue un día de pollo con mole y arroz, comer el mismo platillo tan típico de las fiestas mexicanas en dos celebraciones diferentes el mismo día nada tiene de malo, al contrario, es algo que no se hace todos los días, esto junto con un par de cervezas tamaño familiar.
después de degustar este manjar y charlar un momento nos dirigimos a los alrededores de la plaza central, las calles que rodean las cuales se encontraban repletas de espectadores (que en su mayoría eran habitantes del lugar, excepto uno que otro invitado-metiche como nosotros) disfrutando de las luces que despedían los fuegos artificiales de los llamados "castillos", que para el que no tiene el gusto de conocerlos, son estructuras sobre las cuales se colocan "cuetes" que crean movimientos y diseños de letras y personajes relacionados con el lugar o la festividad, la estructura era de un tamaño de locura, extremadamente alta, el espectáculo iba siendo secuencial, terminaba una parte solo para continuar con la siguiente. todo esto previo al gran final, de los techos de las casas próximas a la plaza salieron ráfagas de luces que llegaban hasta el cielo y explotaban, llovía luz, varas y trozos de cartón, la gente corría a cubrirse bajo los techos o lonas para protegerse de la guerra. aprovechamos la necesidad de cubrirnos para ir a un puesto que nos brindó su protección y un par de caguamas.
una vez terminada la participación de los fuegos artificiales era turno de que las bandas entraran al quite e iniciara el baile, dos escenarios montados uno al lado del otro, las bandas se relevaban para que la música no parara, mismas bandas que tenían la obligación de hacer su mejor esfuerzo para ganar la "batalla de las bandas", el ritmo de banda con su tan característico baile pegado con brinquito incluido, bailamos entre la multitud que ahí se encontraba, empujones, pisotones. la bebida corría y los ánimos se calentaban, no todos estaban tan concientes de que todo era un encuentro amistoso, los golpes no se hicieron esperar al igual que la sangre de algún poco afortunado boxeador improvisado, la banda en el escenario se detenía a preguntar si "eso" era a lo que venía, a lo cual el respetable contestaba que no, detenían la trifulca y continuaba el reventón.
la tercera fue la vencida, al contar la tercer pelea cerca de nosotros decidimos que lo mejor era regresar a casa de nuestro anfitrión, platicamos, recordamos viejos tiempos de fiesta y música, fuimos espectadores de una pelea unilateral de un galán con su pretendido la cual terminó con un taxi y la confusión de la concurrencia.
pasadas las 3:30 del ya lunes partimos de regreso a casa.
en conclusión una experiencia nueva digna de recordarse y repetirse.
así se veía la lluvia de luces.
fotografías donadas voluntariamente a fuerza por josé carlo gonzález del periódico la jornada, ya que mi cámara se encontraba de viaje por las playas de cancún.
mención honorífica al taxista que nos dió las indicaciones exactas para llegar a nuestro destino.
mención honorífica al dj simplemente por ser el dj que todos conocemos, el dj que sube el volumén y duerme en el auto durante todo el regreso.
y una gran mentada de madre al policía que lo único que hizo fue regañarnos por estar perdidos, como siempre los impartidores de justicia quedan cortos.
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